Mi nombre es Héctor Blat, tengo 21 años, soy valenciano y dropshipper. Desde hace 3 años empecé a emprender en el dropshipping , una forma de negocio que me ha llevado a facturar más de 1.600.000 € con mi última tienda . Sin embargo, y aunque veas esta cifra, no ha sido un camino fácil.
Cuando decidí crear mi primera tienda online yo era un chaval recién salido de bachillerato que no tenía en mente ir a la universidad. Descubrí este modelo de negocio, me gustó y me lancé a investigar. La verdad que mis comienzos no distan mucho del de cualquier otro ecommerce.
Empecé a investigar cómo funcionaba hasta que ya no me podía quitar de la cabeza que era el trabajo desde casa al que yo me quería dedicar . Por eso, a parte de ver vídeos de YouTube, también hice un curso para aprender poco a poco a crear mi tienda, hasta llegar a hoy.
Si yo conseguí tener éxito partiendo desde cero, quiero que sepas que tú también puedes. Porque el dropshipping es otra forma más de ganarse la vida. Es un negocio real que se puede realizar desde casa y con poca inversión , aunque sí que requiere mucho esfuerzo.
La cuestión es atreverse a emprender. Probar, como yo hice en su día, hasta obtener el éxito que tú te marques. Y sobre todo, se trata de hacer lo que te gusta y que te haga feliz.
Para ello, y para que te sirva de guía, quiero recapitular y contaros cómo fue mi experiencia personal.
Elegir el primer nicho al que me quería dedicar
Lo primero que hice fue escoger uno de los mejores nichos de dropshipping al que quería dedicar mi tienda . Lo primero que se me vino por la cabeza fue mirar qué estaba de moda en ese momento. Y ahí hallé la respuesta. Eran productos relacionados con mascotas. La gente los demandaba mucho en Estados Unidos, país que tenía yo de referencia ya que allí se vende más de manera online, y pensé que era exactamente lo que tenía que estar en mi tienda.
Dicho esto, es importante explicar que una tienda de dropshipping tiende a ser perecedera porque depende mucho de las modas de cada momento. Por ese motivo, y aunque he creado más negocios online, no he vuelto a dirigirme a ese nicho en concreto porque me desvinculé del droshipping.
Escoger el mercado en el que iba a vender
Jamás se me olvidará cuando decidí a qué país vender.
¡Vaya error de novato que cometí!
Ni corto ni perezoso, y sin conocer nada más allá de lo que había visto en vídeos, decidí que el mercado al que me iba a dirigir iba a ser el estadounidense .
Ahí estuvo el fallo. Y si estás leyendo esto, te recomiendo que escojas tu propio país para empezar a vender. Es ahí donde de verdad conoces el mercado en el que te vas a mover, a los clientes que vas a tener que atraer y el idioma en que te vas a tener que desenvolver.
Al final se trata de una cuestión de estrategia de ventas .
Dale a tu negocio tiempo para madurar
También recuerdo, que otro de mis fallos fue que yo, al principio, cambiaba mucho mi táctica. De primeras, me lancé al mercado americano y al ver que no funcionaba, decidí que me iba a cambiar al europeo. Al final pasó lo obvio: no funcionó ni uno ni otro. Y, todo, porque yo no le di el tiempo que necesitaba a mi tienda para que madurase
Si hubiese sido más paciente, quizá me hubiese ido mejor en mis primeros ecommerce
En España invertí más tiempo, comprendí cómo funcionaba este tipo de mercado y es donde de verdad obtuve resultados. Una vez tenía dominado el mercado nacional, me vi capaz de lanzarme de nuevo al extranjero.
Es cierto que en ambos mercados hay factores comunes, pero también hay muchas diferencias.
Cómo creé mi primera tienda
¡Qué momento ese de crear mi tienda con Shopify y convertirla en una realidad!
Por fin era el momento de poner en práctica todo lo que había aprendido. Recuerdo que no fue algo difícil de hacer, pero sí que tuve que recurrir a vídeos de YouTube para guiarme en algunos pasos.
Recuerdo que me encantó el resultado final, aunque quizá si echo la vista atrás y la volviese a hacer, no sería completamente igual. Cambiaría algunas cosas. Sin embargo, lo esencial lo mantendría.
Yo siempre he utilizado plantillas de las que están disponibles en Shopify . Escogía, y escojo, las que tienen un diseño simple, donde con utilizar dos o tres colores bastase y quedase visualmente limpia. Sigo pensando que si la página es sencilla es mucho mejor .
Sin embargo, algo que sí que he cambiado, y esto se lo debo a la experiencia que he adquirido, es la descripción de mi tienda . Para mí es fundamental que sea perfecta porque al final es el portal de entrada para captar la atención del cliente potencial y hacer que se quede y compre.
Mi plataforma siempre ha sido Shopify
Una de las cosas que aprendes cuando quieres montar tu negocio de ecommerce es, que una forma sencilla, por no decir la más sencilla, que existe para crear una tienda es a través de la plataforma de Shopify .
Yo partía del desconocimiento total. Únicamente había aprendido la teoría. Pensaba que poner todo en práctica iba ser mucho más complicado de lo que realmente fue. Y sé que en parte esa facilidad fue gracias a la existencia de Shopify.
De forma intuitiva, fui creando mi tienda a mi imagen y semejanza, gracias a las muchas aplicaciones que ofrece. Y poco a poco creé un negocio de la nada. Una tienda que tenía su logo , sus productos, sus descripciones…
Fijar el precio del producto
Una duda que al principio siempre tenía era cómo calcular el precio de venta de los productos . Me viene a la mente cuando monté mi primera tienda. Puse uno que a mi parecer estaba bien.
Para ello, me había fijado en los precios que había establecido la competencia y también en los costes que yo había tenido. Sin embargo, no funcionó. No conseguí apenas ventas y por eso decidí bajarlo. Aún así, las ventas no funcionaban como yo quería.
Volví a revisar a la competencia y observé que otro vendedor tenía un precio que triplicaba el mío, así que incrementé el mío. Ahí fue donde empecé a ver cómo mi número de ventas aumentaba.
Fue cuando me percaté de que el precio es un factor psicológico. Por eso, ahora, aunque ya más o menos sé por dónde van los tiros, continúo jugando un poco con mis estrategias de precios hasta que se acomoda a uno que realmente convence al comprador.
La gestión de los envíos
Me acuerdo que, antes, por miedo a tener quejas de los clientes, siempre pagaba el envío más rápido. Además, me daba miedo que los paquetes no llegasen. También es verdad que hace 3 años los envíos eran mucho más lentos cuando se hacía dropshipping con Aliexpress.
Yo siempre buscaba la máxima rapidez y, sobre todo, que mi servicio al cliente fuese el mejor posible. Por eso, invertí en un proveedor privado. Con eso conseguí una mayor rapidez y que las personas tuviesen el pedido en 10-12 días aproximadamente. Luego empecé a importar productos desde China tanto por aéreo como por marítimo para conseguir envíos en 24/48 horas.
La facturación
Creo que a muchos emprendedores les pasa en sus comienzos. Pero, también es verdad que, quien la sigue la consigue. Por eso, yo lo intenté hasta que conseguí la facturación que de verdad quería .
La razón por la que no alcanzaba mi objetivo fue que yo me inicié en un mercado completamente desconocido. Además, y para conseguir capital con el que montar mi ecommerce, compaginaba trabajos que encontraba con el dropshipping .
No voy a mentir en este punto. Cuando empecé, perdí dinero
El dinero que ganaba lo invertía en emprender. Con la primera tienda facturé 1.000 €, pero tenía más gastos que ingresos. Luego cuando me moví al mercado nacional llegué a los 5.000 €, hasta que el producto no dio más de sí y abandoné esa tienda. Y en la siguiente que creé facturé 70.000 €.
Una vez vi que la cosa funcionaba, cogí esa tienda y la llevé a Italia, donde facturé 96.000 € hasta que la cerré.
Regresé a España, pero esta vez para probar en un nicho de moda. No puedo negar que me fue bien porque facturé 300.000 €. Hasta que al final he alcanzado facturar más de 1.620.000 € desde junio hasta enero con la última tienda que también he creado.
Un esfuerzo muy grande
Aunque el resultado ha merecido todo el trabajo que he hecho durante estos 3 últimos años, sí que es verdad que el esfuerzo que he hecho, el tiempo que he invertido y el cansancio que me ha supuesto tener que trabajar para otros negocios con el objetivo de emprender el mío propio, es incontable.
No puedo negar que había momentos en los que pensaba en abandonar , porque después de un fracaso, era volver a empezar de 0, trabajar 2 o 3 meses de lunes a domingo sin descanso, etc., todo para volver a probar suerte.
Sin embargo, llegó un punto en el que lo vi con claridad. Fue cuando entendí cómo funciona todo, cómo tenía que moverme por el comercio online, empezaba a conocer a mis clientes, la mecánica del mercado, etc.
Y es ahí cuando se me abrió un mundo de posibilidades de negocio. Pensaba constantemente ideas de productos para vender online que sabía que iban a funcionar , las desarrollaba e incluso algunas las tenía que apartar por falta de tiempo.
Una evolución constante
Si echo la vista atrás, veo todo lo que he conseguido. Y, pienso en todas aquellas personas que quieren lanzarse a emprender su tienda online pero no saben por dónde empezar, ni cómo se va a desarrollar su negocio como me pasó a mí al principio.
Si algo he aprendido es que lo más importante es que el comprador es lo primero y por eso hay que garantizar que no tenga ningún problema. De esta forma si ya te ha comprado y ha quedado satisfecho es más fácil fidelizar al cliente para que te vuelva a comprar en un futuro e incluso te recomiende a otras personas.
También, es importante que el producto sea bueno, porque sino vas a recibir quejas y malos comentarios y ahí es donde el embudo de ventas comienza a fallar.
En cuanto a publicidad, creo que hay que enfocarse en un nicho, en saber cómo funciona y sobre todo cómo funciona el público que hay detrás. De esta forma el marketing que hagas siempre será un éxito y conseguirás ventas desde el principio. E incluso puedes llegar a vender cosas que nunca imaginaste vender.
Otro error que se suele cometer es que la gente vende cosas que les gustan . Yo recomiendo que no pienses en ti como comprador, sino qué producto atraerá a más compradores. Si consigues crear un negocio que funcione a partir de ahí, te aseguro que el éxito está asegurado.
Ponerse metas inteligentes
Una de las cosas que suelo hacer siempre es marcarme objetivos smart en mis negocios . Me pongo metas fáciles de conseguir en plazos de tiempo razonables. Al final esto se trata de progresar y no frustrarse al marcarse objetivos poco realistas.
Al ponerme fechas límites con cosas que quiero conseguir voy construyendo poco a poco un ecommerce de éxito. Esto es lo he hecho desde que comencé y me ha ido muy bien, por eso voy a continuar usándolo. Al final se trata de ser realista con lo que se puede conseguir en el tiempo.
Mi objetivo para el futuro
Ahora quiero crear mi propia marca personal . Y aunque te acabo de decir que no hay que vender lo que a ti te gusta, sino lo que la gente demanda, quiero matizar. Voy a probar si soy capaz de vender algo que me apasiona y encontrar compradores potenciales para aumentar las ventas que ya tengo en otras tiendas.
Esta es mi historia. Yo ya estoy en el camino que quiero estar. Ahora te toca dar el paso para seguir el tuyo propio. Si realmente te apasiona este mundo te animo a que comiences tu propio camino emprendiendo. No será un camino fácil, pero si te apasiona siempre valdrá la pena.