La digitalización de los comercios se ha acelerado en las últimas décadas, y más la de los pequeños establecimientos, que han tenido que encontrar la manera de mantenerse competitivos frente a las grandes empresas.
Son muchos los factores que resultan abrumadores para estos comercios pero, simplificando mucho los desafíos que les atenazan, podemos reducirlos a un axioma: el mundo está cambiando a una velocidad tan alta que, en la mayoría de los casos, las empresas se muestran impotentes para seguir ese ritmo, incapaces de responder a las nuevas necesidades de sus usuarios y consumidores: una mayor comodidad y agilidad, mejores experiencias, precios más bajos… la lista es interminable. Máxime cuando una compra fiable está a su alcance desde el sofá de casa a golpe de clic.
Pero sobre todas las cosas, lo que está pasando por encima de ellos es el 2020 y los efectos devastadores de la Covid-19, con el confinamiento a la cabeza de las enormes consecuencias derivadas de la pandemia global. Y es que el consumidor ha interiorizado que la forma más segura de comprar es a través de tiendas online. En este nuevo paradigma, no es la venta lo único que se ha transformado, también lo están haciendo las técnicas necesarias para asegurar que dicha venta -online, en este caso- tiene lugar, una nueva realidad eminentemente digital en la que va a ser necesario prestar atención a todo el ciclo del consumidor, con especial atención, por supuesto, al momento de la compra.
Por suerte, hay soluciones. Y pasan por la formación digital.
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ISDI, un gran ejemplo de educación digital
Lo esencial hoy para elegir una formación que nos ayude como empresas y profesionales -agilidad, comodidad y resultados fiables relativamente pronto- es comprender que los métodos de aprendizaje también han evolucionado y, lo que antes requería acudir presencialmente a un aula, ahora se ha sustituido por una experiencia interactiva síncrona -o asíncrona- en la que el alumno puede asistir a clase presencialmente o a tres mil kilómetros de distancia, asegurando la misma experiencia y calidad educativa.
Y un buen ejemplo de enseñanza a distancia es la escuela ISDI, uno de los líderes en educación en negocio digital desde su creación en el año 2009.
La escuela de negocios de la era digital ISDI está a la cabeza desde hace años en la formación de profesionales con el objetivo de prepararlos adecuadamente para sobrevivir a la nueva era digital. Su intención desde el primer momento fue dar solución a dos problemas que Rodrigo veía, y aún ve, “latentes” en los negocios digitales.
“Por un lado, las compañías se están dando cuenta de que no encuentran profesionales capacitados para desarrollar todos los proyectos de transformación digital y conseguir toda la presencia que deberían tener en el mundo online. Y por otro lado, los profesionales están estudiando materias que no les habilitan en un mundo profesional digital”.
Con este contexto profesional, ISDI ha crecido en influencia desde su nacimiento. Año tras año, la escuela se ha reinventado, innovando en su formación y actualizando sus contenidos para adaptarse a los cambios que se producían en el entorno laboral, en las empresas, en internet, en las plataformas, en las redes sociales, en la misma tecnología.
ECOM: cómo lanzar al mercado una tienda online ¡en 10 semanas!
Con el objetivo de dar respuesta a una de las mayores necesidades de las empresas hoy, ISDI ha lanzado su ECOM (Ecommerce Activation Program), un programa que se ajusta perfectamente a la urgencia que comparten negocios y profesionales de todo el mundo: dar a conocer su producto en el entorno online gracias a una tienda electrónica. El éxito, rotundo, ha llevado a la escuela a lanzar nuevas ediciones.
El ECOM es un programa de 100 horas que se imparte en 10 semanas en las que se pone en práctica, desde el primer día, qué es el comercio electrónico y cómo se gestiona la creación y lanzamiento de un ecommerce por parte de los alumnos.
“Lo más destacado de este curso es que prima la práctica frente a la teoría”, explica Rodrigo Miranda. “Es cierto que hay una parte teórica, pero cuando los alumnos realmente aprenden es cuando tienen que gestionar su propia tienda y solucionan los problemas que van surgiendo en el día a día del negocio”.
Este curso se imparte de forma completamente online, por lo que los alumnos desde el primer día están en contacto directo con todas las herramientas y plataformas que van a utilizar para crear y mantener su futura tienda de ecommerce.
¿Qué desafíos comparten alumnos y profesionales a la hora de crear un ecommerce?
De acuerdo con Rodrigo Miranda, “quien decida estudiar el ECOM se encontrará desde el primer día una serie de desafíos comunes a los que se encuentran las empresas en la vida real: tendrá que diseñar una tienda, crear un logotipo, un concepto, una marca, etc; al final, aprenden a empezar desde cero pero en un entorno 100% controlado”. “De esta forma, podemos hacer que sientan el dolor y la adrenalina de lanzar un negocio real”, detalla Miranda. “Deciden desde qué producto vender hasta cómo va a ser el diseño de la web; comprueban si los anuncios que realizan funcionan o no; descubren qué ocurre cuando gastan dinero de más; experimentan la felicidad de obtener el primer pedido, de ver cómo aumenta el tráfico en la web, etc.”.
De hecho, el ECOM les obliga a tener que enfrentarse a la decisión de invertir en campañas de marketing digital para atraer tráfico a su web y proyecto. ¿Cómo? Se les hace entrega de un cheque de 1.000€ con el que comienzan a desenvolverse en este tipo de técnicas. La intención del ECOM es que los alumnos sientan que la tienda de ecommerce que crean sea suya como si de un negocio emergente se tratase. De esta forma, ponen todo su potencial en darse a conocer y conseguir las primeras ventas.
“La gente piensa que crear un negocio online es fácil, pero también tiene su parte negativa y en el curso enseñamos a los alumnos a gestionarlo de la mejor forma posible para cuando se embarquen en el emprendimiento de abrir su propia tienda de ecommerce”, reconoce Miranda.
El uso de Shopify en los cursos
Para enseñar a los alumnos, los cursos de ISDI confían en la plataforma de Shopify para crear sus ecommerce, pues cuenta con diversas herramientas para encontrar clientes, aumentar las ventas y gestionar el día a día de la tienda online.
Además, también hacen uso de aplicaciones para incorporar de forma automática los productos de AliExpress a su comercio electrónico.
'Cuando crean la tienda les enseñamos a incorporar uno a uno los productos de forma manual'. Después, les muestran cómo hacerlo de forma automática y todos los alumnos quedan encantados con el proceso.
Ecommerce: un antes y un después
Si hay que hablar de un antes y un después del comercio, lo más notorio, según Rodrigo, es el gran número de locales que se han visto obligados a cerrar debido a la imposibilidad de mantenerse a flote tras la pandemia del coronavirus.
Pero ahí donde algunos no han sabido reaccionar y reinventarse, otros se han adaptado y han visto la oportunidad de renovarse y dar el salto a crear una página web para empezar su negocio digital.
“La tecnología se ha vuelto más sencilla e intuitiva”, adelanta Miranda. “Ahora puedes, por ejemplo, crear una tienda online sin la necesidad de contratar a un programador. Eso antes era impensable. Yo a mis alumnos les digo que muchas veces el ecommerce es saber hacer 3 clics con el ratón, porque la gran mayoría de las herramientas que se utilizan actualmente son muy simples”.
Rodrigo ve cada día cómo alumnos de 40 o más años acuden a sus cursos para aprender de nuevo. Muchos acuden con la intención de estar al día en su trabajo, pues este cambia a pasos agigantados. Y otros tantos vuelven a estudiar porque sus empleos han desaparecido o están abocados a desaparecer en un futuro.
“La evolución en el ecommerce para mi tiene una gran parte positiva”, sostiene este experto en publicidad y redes sociales. Nos da la posibilidad de poder adaptarnos a este nuevo nivel de negocio. Esto significa que muchas personas con una larga carrera profesional, pueden volver a elegir qué es lo que quieren estudiar. Tienen de nuevo esta gran oportunidad ante ellos”.
“Lo que está sucediendo ahora no es ni una transformación ni una evolución del comercio, sino una aceleración de lo que algunos veníamos viendo desde hacía mucho tiempo. La necesidad es clara y plausible y, a nivel empresarial, se ha dado un un gran paso para hacer negocios online”, finaliza Miranda. “A mi parecer, hay que adaptarse a estos nuevos mecanismos que se nos ofrecen. Claro que va a continuar habiendo comercios físicos a los que acudir, pero el ecommerce los va a mejorar”.