¿Alguna vez te has encontrado con personas que hablan de todo como expertos sin ni siquiera saber de qué están hablando? Aunque no lo creas, este tóxico y común comportamiento tiene su propio nombre: efecto Dunning-Kruger.
Si piensas que se trata de un comportamiento limitado a los fanfarrones, te equivocas. De hecho, todos estamos expuestos a caer bajo el hechizo de pensar que nuestro conocimiento y habilidades sean superiores a las de los demás.
El efecto Dunning-Kruger es uno de los problemas más serios que enfrentamos hoy en día no solo a nivel de nuestros proyectos personales o de emprendimiento sino a nivel de nuestro futuro colectivo ya que son muchos los líderes mundiales que lo han expuesto de manera peligrosa en los últimos años.
A continuación nos gustaría señalar algunas de las principales características asociadas con el efecto Dunning-Kruger así como algunos consejos que esperamos te ayuden a identificar y prevenir este nocivo síndrome.
Qué es el efecto Dunning-Kruger
El efecto Dunning-Kruger, también conocido como síndrome Dunning Kruger o, simplemente como efecto Dunning Kruger (escrito sin guión), es un prejuicio de tipo cognitivo a través del cual las personas creen ser más inteligentes y capaces de lo que en realidad son.
El problema de fondo es que las personas que tienen bajas capacidades no cuentan con las habilidades necesarias para reconocer su propia incompetencia. Precisamente esta combinación de ignorancia y falta de percepción sobre los propios límites es lo que hace que una persona termine sobreestimando sus capacidades.
Mucho antes de las investigaciones de Dunning y Kruger, Charles Darwin se había referido a este prejuicio de manera magistral cuando decía que “la ignorancia engendra confianza con más frecuencia que el conocimiento”.
Pero, ¿por qué se llama efecto Dunning Kruger? A continuación una breve referencia a las investigaciones que ayudaron a construir la teoría del síndrome de Dunning Kruger.
La teoría del efecto Dunning-Kruger
El nombre del efecto o síndrome Dunning Kruger proviene de las investigaciones realizadas por los psicólogos sociales David Dunning y Justin Kruger. En dichas investigaciones, los psicólogos seleccionaron un grupo de estudiantes y los evaluaron en los siguientes tres campos:
- Gramática
- Sentido del humor
- Razonamiento lógico
Una vez hecho el test, Dunning y Kruger le pidieron a los estudiantes que emitieran un voto de 1 a 10 con respecto a la forma en que habían contestado la prueba. El resultado que obtuvieron fue que la mayoría de los estudiantes se dieron un voto que estaba por encima de la media de la prueba.
Lo curioso de dicha autoevaluación fue que los estudiantes más incompetentes de la prueba fueron aquellos que más sobreestimaron sus capacidades. Por el contrario, los estudiantes con mayor competencia tendieron a subestimar sus propias habilidades.
Sin embargo, esto no fue lo más asombroso. Cuando los estudiantes recibieron los resultados de las pruebas, se les pidió que hicieran una nueva autoevaluación sobre su desempeño. Los más competentes, emitieron un juicio acorde con los resultados. Por su parte, los más incompetentes no cambiaron el juicio que habían hecho en la primera evaluación.
Considerando lo anterior, Dunning y Kruger llegaron a las siguientes tres grande conclusiones:
- Las personas incompetentes tienden a sobreestimar sus capacidades de manera bastante pronunciada.
- A las personas incompetentes es imposible explicarles o hacerles entender el nivel de su incompetencia.
- El único modo efectivo que existe para no ser víctima del síndrome Dunning Kruger consiste en aumentar nuestro propio conocimiento.
Además de estas conclusiones, Dunning y Kruger afirmaron que dicho fenómeno se desprende de una “doble carga” en donde las personas no solo son incompetentes sino que su incompetencia los priva de la habilidad mental necesaria para poder entender el nivel de su incompetencia.
La teoría del efecto Dunning-Kruger se nutrió de muchos estudios más. En uno de ellos, los psicólogos invitaron a un grupo de participantes a poner a prueba su conocimiento de términos relacionados con la política, la física y la geografía, entre otros.
Los investigadores mezclaron términos reales con términos ficticios y se dieron cuenta que aquellas personas que decían ser expertos en los temas seleccionados, tendían a decir con más frecuencia que conocían los términos inventados por los psicólogos.
Tal y como lo dijera Dunning, el gran problema con la ignorancia es que esta puede sentirse casi como el conocimiento. En otras palabras, el gran enemigo del conocimiento no es la ignorancia sino la ilusión del conocimiento.
Cómo funciona el efecto Dunning-Kruger
Existen dos variables fundamentales que se anulan por completo cuando una persona tiene una certeza ciega sobre sus propias capacidades y opiniones:
- El pensamiento crítico
- La discusión racional
Considerando esto, lo peor del efecto Dunning-Kruger es que las personas más incapaces son las que más lo padecen. En otras palabras, a mayor incapacidad e ignorancia, mayor confianza con respecto a las propias habilidades y opiniones.
A pesar de esto, el efecto Dunning-Kruger se puede contrarrestar a través de un mayor conocimiento. Cuando las personas menos capaces comienzan a adquirir conocimiento, la convicción y certeza con respecto a las propias capacidades comienza a disminuir.
Las personas que inician dicho proceso de aprendizaje comienzan a darse cuenta que existe un nivel de complejidad en las cosas en el que caben las preguntas, las reflexiones y las dudas. Gracias a esto, la adquisición de más conocimiento y educación viene acompañada de un mayor nivel de humildad.
Si dicha adquisición de conocimiento continúa hasta el punto de que una persona se convierte en un verdadero experto, el nivel de certeza y convicción se vuelve a levantar. Sin embargo, dicho nivel de confianza nunca alcanzará el nivel que existía cuando la persona estaba en su nivel más bajo de conocimiento.
Todo lo anterior no quiere decir que solo las personas ignorantes o poco educadas son aquellas que pueden padecer del síndrome de Dunning-Kruger. Así como todos tenemos inteligencias múltiples, también todos tenemos áreas en las cuales somos incompetentes y por esta razón todos podemos caer víctimas de este efecto.
No existe nadie que sea experto en todas las materias del conocimiento humano. Por ejemplo, un brillante matemático puede ser un pésimo contable. Para que el matemático se de cuenta de sus límites, debe tener conocimientos básicos sobre cómo llevar la contabilidad de una empresa.
Debido a que no posee dicho conocimiento, este matemático no tiene la capacidad para reconocer su incompetencia en asuntos contables y piensa que, simplemente, por ser un brillante matemático, es también un brillante contable.
El ejemplo anterior representa otras de las muchas conclusiones del síndrome de Dunning-Kruger: la tendencia de expertos en ciertas materias a pensar que su inteligencia y conocimiento son transferibles hacia áreas en las que tienen poco o ningún tipo de conocimiento.
Ahora que ya sabemos qué es el efecto Dunning-Kruger y cómo funciona, es el momento de ver algunas de las formas en que podemos combatir dicho síndrome.
Cómo combatir el efecto Dunning-Kruger
Ya dijimos antes que la adquisición de conocimiento representa la mejor forma de prevenir que el efecto Dunning Kruger se apodere de nosotros. Sin embargo, nos gustaría ser un poco más específicos al respecto. A continuación, algunos consejos prácticos.
1. Opta por la humildad
Una de las formas más sabias de vivir la vida consiste en aceptar nuestra propia ignorancia. Si aprendes a decir frases como “no sé”, “me había equivocado” o “no tengo certeza de esto”, le estarás abriendo la puerta a la humildad. Recuerda que la humildad es una virtud mientras que la certeza es por lo general un producto de ignorancia.
2. Desarrolla tu conocimiento y curiosidad
Esta es probablemente la receta mágica ya que cuando más te educas y adquieres conocimiento, mejores serán tus probabilidades de emitir juicios equilibrados y objetivos.
Lo anterior tiene mucho que ver con el mundo de los negocios ya que una de las principales características de un emprendedor exitoso es, precisamente, contar con un deseo constante de aprender.
3. Evita confirmar tus prejuicios
Una de las mejores formas de prevenir el efecto de Dunning-Kruger consiste en evitar valerse de fuentes que te ayuden a confirmar tus propios prejuicios y puntos de vista. Por ejemplo, si piensas que el coronavirus fue creado en un laboratorio y lees solamente artículos de personas que creen lo mismo, no solo estarás reforzando tu prejuicio sino que también estarás limitando tu conocimiento.
Para una mayor objetividad, lo mejor que puedes hacer es tomar fuentes variadas que te permitan acceder a diferentes puntos de vista para que puedas formar una buena opinión de las cosas.
4. Evita los insultos y las peleas durante las discusiones
Tener una discusión normal con alguien que sufre del efecto Dunning-Kruger es una tarea bastante ardua en la cual se puede caer fácilmente en discusiones acaloradas que terminan en peleas llenas de insultos.
Por esta razón, te invitamos a que siempre favorezcas el respeto en tus conversaciones y trates de explicar a tus intransigentes interlocutores la complejidad y las posibilidades que existen en los temas que se discuten.
5. Admite la posibilidad de ser víctima del síndrome Dunning Kruger
Es importante entender que puedes estar equivocado en lo que dices y que perfectamente podrías caer en la trampa de efecto Dunning-Kruger. Admitir dicha posibilidad te ayudará a ser más objetivo con lo que dices y la forma en la cual juzgas a los demás.
Sin duda alguna, el síndrome de Dunning-Kruger representa una amenaza bastante grande sobre todo cuando quien lo sufre está en una posición de liderazgo importante. Sin embargo, no hay que olvidarse que todos somos susceptibles de sufrir dicho síndrome.
Esperamos que este artículo te haya servido para entender el efecto Dunning-Kruger y, sobre todo, te invitamos a que sigas los consejos que hemos compartido contigo para que no caigas en las redes de este tóxico enemigo.
Como puedes ver, la adquisición de conocimiento y el aprendizaje constante son las mejores armas para combatir el efecto Dunning-Kruger así que te invitamos a que sigas enriqueciendo tu conocimiento suscribiéndote a nuestro blog ahora.